
Un día de mucho calor
decidí partir muy lejos.
Partir para no volver.
Perderme en lo más adentro.
Partir hacia el horizonte,
por donde el sol reaparece.
Partir sin decir adiós.
Y dejar de estar ausente.
Ausente en mi propia casa.
Ausente con mi propia gente.
El ignorado de muchos.
Pero siempre ausente, ausente.
Con mis propios pensamientos.
Dejadme vivir en paz.
Con mis propias diversiones.
Con mis propios sentimientos.
Con mis propias emociones.
No necesito cambiar.
Ni que nadie me aleccione.
Sólo quiero ser feliz.
Y vivir mis ilusiones.
Y si alguien no lo entiende,
que se ponga en mi lugar.
Yo tampoco os entiendo,
pero tengo que aguantar.
Aguantar vuestras rarezas,
aunque sean las normales,
las típicas, las generales.
Cada uno es como es.
Y a veces sin elección.
Lo mejor, creo que es,
que me aceptéis como soy.
Con mis propios sentimientos.
Con mis propias diversiones.
Con mis propios pensamientos.
Con mis propias emociones.
Entendedlo de una vez.
Dejadme vivir en paz.
Y si no, me marcharé.
10 de noviembre de 2015
hola: soy tu hermana alicia, me encantan tus poemas. ¡con qué sentimiento escribes!. eres el MEJOR.
Me gustaLe gusta a 1 persona