El día que me marché
no quise mirar atrás.
Sólo pensaba en volver.
En cuándo iba a regresar.
Partí con muy pocas cosas
y con muchos sentimientos.
Sentimiento de tristeza,
sentimiento de abandono.
Sentimiento de vergüenza.
Sentimiento de estar solo.
Cuando por fin regresara,
qué sería de los mios,
quizás ni me recordaran,
quizás también se habrían ido.
¿Quién cuidará de mi amada,
quién velará por mis niños?
Siempre estaréis en mi mente.
Siempre en mi vida estaréis.
En mi vivir, en mi ser.
Siempre conmigo estaréis.
¿Quién cuidará de mi amada,
quién velará por mis niños?
¿Quién os arropará en la cama,
para que no cojáis frio?
Yo, aunque en la distancia,
no pensaré en otra cosa.
En mi mente, en mi camino,
en mi vivir, en mi ser.
Os tendré siempre conmigo.
Siempre conmigo estaréis.
1 de enero de 2016