Ya no te acuerdas.
Hubo un tiempo en que me amabas,
que no podías imaginar sin mí tu vida.
Juraste amarme para siempre.
Me hiciste prometer que jamás te dejaría.
Hoy te vas porque dices estar cansada.
Dices no reconocerte, estar perdida.
Estás segura de ya no sentir nada.
Afirmas que se acabó el amor,
aquel, que no hace tanto, por mí sentías.
Ya no te acuerdas.
Aquellas tardes de quedada en El Guiñol
tomando vinos con aquella gran pandilla.
Tú te reías de las cosas que contaba,
yo solamente te veía como amiga.
En poco tiempo cambió del todo mi mirada
y llegué a ir sólo para verte,
y disgustarme, y hasta llorar después,
si tú no estabas.

7 de febrero de 2017