En un furgón.
Una noche vinieron a llevarte,
descalzo y sin abrigo te subieron.
Las nubes de esa noche
no dejaban ver la luna.
Algún cachito sí, entre
los espacios libres descubiertos.
Y así, ese astro espejo
como mi alma rota parecía.
El vacío.
La nada tras la partida
del furgón oscuro de la noche.
Silencio sepulcral.
Sólo ese llanto en la noche oscura.
Sólo ese llanto en la noche
con mi alma llorosa como luna.
17 de septiembre de 2017