
Hoy me siento muy feliz.
Tu cercanía contemplo.
Voy caminando hacia ti.
Recuerdo siempre tus versos.
Tú me enseñaste a escribir,
y a leer,
y a contemplar
la vida como un sentir,
un sentir felicidad
al ayudar a un extraño,
extraño que ya no lo es
al minuto de ayudarlo.
Tú me encontraste perdido
después de tanto desastre.
Me brindaste tu mirada,
tu presencia,
tu palabra.
Comprendiste enseguida
aquello que yo anhelaba.
Dedicaste algo de tiempo,
aquel que a tantos les falta,
y me leíste tus versos
sobre guerras y esperanzas.
Entendí que no estaba solo,
que a alguien aún importaba.
Gracias por así ser,
persona desinteresada,
si no es para ayudar a aquellos
que tan mal y mal lo pasan.
Solo por haber nacido
distintos o peculiares
en la mente, o en la raza,
o en el sexo, o religión,
o en regiones
por sus guerras devastadas.
Tierras, lugares y gentes.
Personas sin esperanza.
Por ti hoy me siento feliz.
Estoy escribiendo versos,
que espero hagan sentir
a alguien que tan solo espera
un poquito de mi tiempo,
y que pueda percibir
que también es importante,
como yo también lo fui.
Un instante para alguien.
Para alguien, PARA TI.
La vida es un devenir,
que siempre breve resulta,
de hechos y sentimientos,
por eso valoremos bien
cómo dedicar momentos.
(Poema compuesto para el acto homenaje)
Albert0Blanco
23 de octubre de 2022
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