Una serena noche
de dulce olor a rocío,
me sobresaltó la ausencia
de tu luz iluminando
la extraña cama vacía,
en otro tiempo repleta
de abrazos, soles, esencias.
¿Dónde dejamos los besos,
las caricias,
y el compartir de las penas?
¿Qué fue de aquel esplendor,
que sin final parecía,
hasta que poco a poco
pasó
a simple monotonía?
¿Por qué no nos enteramos?
¿Por qué no nos dimos cuenta?
¿Por qué me sorprendo hoy
de todas esas ausencias,
de todos esos momentos
perdidos sin percatarnos?
La noche huele a rocío,
la noche sigue serena.
Pero en nuestra noche faltan
los soles, los abrazos,
… las esencias.
10 de noviembre de 2016
Una vez mas ,me sorprendes. Precioso poema. Un saludo y besos para todos.
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Gracias. Me alegra mucho que te guste. Cuando escribo, además de sentirlo yo mismo, pienso si alguien lo sentirá también. Por eso me alegro mucho de saber que te ha gustado. Besos para todos también y gracias por decirme estas cosas y animarme de esa manera. Besos.
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Precioso Alberto, evoca el amor cuando se va desgastando por la rutina, pero que aún quiere sobrevivir…saludos
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Qué alegría despertar y leer tu comentario. Gracias Daniella. Saludos, buen día.
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Que tengas un bonito día, y gracias a ti por tus letras…abrazos
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